Después de casi dos décadas, Donkey Kong vuelve a la exploración tridimensional y plataformera de mundos interconectados. Regresa con un diseño renovado y una propuesta que ya ha resultado exitosa en otros escenarios: transformar el paisaje con los puños y construir el camino según el interés del usuario. Donkey Kong Bananza retoma lo mejor del subgénero collectathon —como sus niveles que fomentan la exploración sin prisas y las historias de caricatura llenas de humor— y lo combina con las nuevas posibilidades que ofrece la Nintendo Switch 2.
He probado el nuevo juego de Nintendo. Después de 28 horas de gameplay puedo decir que es divertido, absurdo como solo DK puede serlo, sorprendentemente tierno y con un inesperado toque de ciencia ficción al estilo Julio Verne. Bananza es una fresca brisa de nostalgia para jugadores veteranos y ofrece una entrañable introducción de personajes para las nuevas generaciones.
DK y Pauline en Donkey Kong Bananza
Nintendo/Captura de Jorge GarayAbrazar los collectathons
Los collectathons son juegos de aventura donde el progreso depende de recolectar objetos mediante la exploración de un mapa. A medida que se acumulan los coleccionables, se desbloquean nuevas zonas y eventualmente el acceso al jefe final. Este subgénero vivió su auge en la era del Nintendo 64, con exponentes emblemáticos como Super Mario 64, donde se reunían estrellas, y Banjo-Kazooie, con notas musicales.
Pero hubo otro título mítico del subgénero en esa época: Donkey Kong 64. En 1999, DK protagonizó por primera vez una aventura 3D junto a su pandilla con el único objetivo de recolectar plátanos dorados. Ese juego, que requería encontrar alrededor de 3,800 objetos para completar el 101%, ahora es considerado casi de culto entre los entusiastas del género.
25 años después, Nintendo decide que DK debe volver bajo la conocida estructura del collectathon en una nueva historia con mecánicas novedosas para el personaje. Así, durante los últimos años, el equipo que desarrolló Super Mario Odyssey (uno de títulos más exitosos de la Nintendo Switch) trabajó en Donkey Kong Bananza con el objetivo de volverlo el segundo gran juego exclusivo de Nintendo Switch 2.
El cuidado y cariño que se ha puesto en este nuevo juego se percibe desde el primer momento. Está plagado de referencias a la historia de Donkey Kong, con colores neón que evocan sus orígenes, música con el sello DK, y un mundo alegre, pero profundo. En una industria saturada de lanzamientos, Nintendo demuestra una vez más su maestría en entregar productos pulidos, fieles a sus valores familiares.
¿De qué trata Donkey Kong Bananza?
La premisa es simple, pero no por ello menos imaginativa: un empresario codicioso llamado Void Kong roba los plátanos de la mina de DK y escapa hacia el centro de la Tierra. En su búsqueda por los objetos robados, DK encuentra a Pauline, una joven tímida con un enorme talento musical. Cada vez que canta, DK obtiene poderes especiales mediante transformaciones llamadas “bananzas”. Juntos se abren paso, estrato por estrato, hasta llegar al núcleo planetario y descubrir qué quiere Void.
Aparte de llegar al centro del planeta, en Bananza el objetivo principal es reunir gemas de banandio, que se intercambian por puntos de habilidad. Cuantas más gemas acumulas, más poderoso te vuelves y la exploración se facilita. Estas se obtienen de diversas formas: buscando en el terreno, derrotando jefes, enfrentando retos de combate, plataformas o incluso corriendo carreras con rinocerontes.
