El telescopio espacial James Webb (JWST), uno de los observatorios más poderosos de la actualidad, tomó por primera vez una imagen de 3I/ATLAS, el cometa interestelar recién descubierto transitando por el sistema solar. Con los datos del espectro infrarrojo, fue posible caracterizar la inusual coma del objeto.
La imagen revela que la cola, o coma, de 3I/ATLAS contiene principalmente dióxido de carbono y, en menor proporción, agua, monóxido de carbono, hielo de agua y polvo. Según un estudio pendiente de publicación en la revista Astrophysical Journal Letters, la proporción de dióxido de carbono y agua (8 ± 1) en la coma está entre las más altas registradas en un cometa a distancias similares.
A partir de este alto porcentaje de gas, los científicos concluyen que el núcleo del cometa también es rico en dióxido de carbono. Esta característica indica que 3I/ATLAS alberga hielos que se sublimaron tras exponerse a niveles de radiación mucho más altos que los que ha enfrentado cualquier otro cometa del sistema solar.
Los datos del JWST refuerzan la idea de que los objetos interestelares pueden desarrollar historias químicas y térmicas muy distintas a las de los cuerpos formados en nuestro vecindario estelar.
Hasta ahora, los astrónomos han confirmado solo tres objetos interestelares: Oumuamua (2017), Borisov (2019) y 3I/ATLAS (2025). Solo dos de ellos presentaban coma. Borisov mostraba una cola rica en agua, mientras que la de 3I/ATLAS está dominada por dióxido de carbono. Los cometas nacidos en el sistema solar suelen utilizar el agua de sus núcleos como motor principal de su actividad y mantienen una composición equilibrada de gases.
Lo que se ha confirmado de 3I/ATLAS
Las estimaciones iniciales indican que 3I/ATLAS viaja a unos 61 kilómetros por segundo y mide entre 0.32 y 5.6 kilómetros de diámetro. La evidencia apunta a que proviene del centro de la Vía Láctea. Se acercará a 1.8 unidades astronómicas de la Tierra (unos 270 millones de kilómetros), por lo que no representa peligro alguno para el planeta.
El telescopio Hubble detectó que el cometa expulsa entre 6 y 60 kilogramos de polvo por segundo. También halló indicios de agua, lo que llevó a los investigadores a concluir que el cometa liberaba pequeñas cantidades de este líquido mucho antes de atravesar la región donde los cometas suelen “derretirse”.
Los astrónomos consideran probable que 3I/ATLAS sea el cometa más antiguo jamás observado. Algunas estimaciones le atribuyen una edad de 7,000 millones de años, frente a los 4,500 millones de años que tiene el sistema solar. En otras palabras, este cuerpo probablemente existía mucho antes que cualquier resto sólido formado dentro de nuestro sistema estelar.
Los investigadores deberán actuar con rapidez. El cometa interestelar sigue una órbita hiperbólica y, tras alcanzar su perihelio el 29 de octubre de 2025, emprenderá su salida definitiva del sistema solar. Para finales de 2026, 3I/ATLAS ya se encontrará más allá de la órbita de Júpiter, y su brillo se desvanecerá hasta desaparecer de la vista.