El mes pasado, Ikea anunció más de 20 nuevos dispositivos Matter. La noticia se sintió como un avance muy necesario para el estándar de hogar inteligente de alto perfil. Si Ikea, una marca con una base de clientes amplia y no necesariamente experta en tecnología, se apunta al estándar Matter, ¿habremos llegado por fin a la utopía del hogar inteligente que se nos prometió por primera vez a finales de 2019?
Fue entonces, en medio de la creciente frustración de los usuarios en torno a la compatibilidad de los hogares inteligentes, cuando gigantes tecnológicas como Apple, Amazon, Google y Samsung formaron el grupo de trabajo Project Connected Home over IP (Proyecto CHIP) y expusieron sus planes para solucionar el caos.
A mediados de 2021, Proyecto CHIP se convirtió en Matter
La gran idea era que Matter funcionara como traductor universal de tu hogar inteligente, un lenguaje común diseñado para que todos tus dispositivos conectados hablaran de forma local y segura. Si se trataba de un dispositivo certificado por Matter, debería funcionar con cualquier plataforma o aplicación compatible, independientemente de la marca.
Los dispositivos con la marca Matter empezaron a llegar a finales de 2022, semanas después de que la Connectivity Standards Alliance (CSA) publicara oficialmente la especificación Matter 1.0 y abriera el programa de certificación para que las marcas se subieran al carro. El problema en esos primeros días fue que la marca Matter no eliminaba las conjeturas de los consumidores. De hecho, añadía una capa extra de confusión. Amazon nubló más la conversación durante su presentación en el evento de lanzamiento de Matter 1.0 cuando se reveló que ni iOS ni la red de malla inalámbrica Thread formarían parte de su integración inicial de Alexa y Matter.
Fue un gran revés, ya que Thread, junto con Wi-Fi y Ethernet, se promocionaba como una parte importante de Matter, ofreciendo un protocolo de red rápido, fiable, seguro y de bajo consumo. «Teníamos confianza en Matter cuando se lanzó con la versión 1.0. Pero no tenemos información real hasta que los dispositivos y ecosistemas están en el mercado y son utilizados por los consumidores. Ese primer año fue crítico, y empezamos a ver algunas áreas inmediatas en las que era necesario mejorar», explicó a WIRED Tobin Richardson, presidente y CEO de la CSA.
En ese primer año, si comprabas una bombilla Nanoleaf Essential, con esa marca Matter en la caja, y tenías una Alexa en casa, no podías añadirla a tu sistema Matter.
«Cuando los distintos ecosistemas comenzaron a desplegar sus routers de borde Thread, la puerta de enlace que conecta los dispositivos de tu red Thread con la red IP de tu casa y con internet, cada uno usaba una versión distinta del software. Así que había múltiples bases de código diferentes, todas en producción y tratando de funcionar juntas. Y cada ecosistema tenía sus propios errores», indica Gimmy Chu, CEO de Nanoleaf.
Chu asegura que Nanoleaf pagó el precio de ser uno de los primeros en apostar por Matter sobre Thread, y que la empresa especializada en iluminación inteligente finalmente abandonó Thread en favor de Matter sobre Wi-Fi, después de esa primera ola de productos.