El presidente Luis Abinader, envió al Congreso Nacional una propuesta de modificación al Presupuesto General del Estado 2025, que eleva de forma significativa la autorización de endeudamiento, amplía el gasto público y reordena recursos no ejecutados en ejercicios anteriores.
La medida busca darle mayor flexibilidad al Gobierno en un año marcado por presiones fiscales y necesidades de financiamiento.
El punto más relevante de la comunicación es la autorización para emitir hasta RD$361,618,239,013 en títulos de deuda pública, cifra que representa uno de los mayores incrementos recientes en materia de endeudamiento. Estos bonos podrán colocarse tanto en el mercado local como en el internacional, dependiendo de las condiciones financieras de cada plaza.
El Ejecutivo estableció que las emisiones en mercados extranjeros no podrán tener plazos inferiores a cinco años, mientras que en el mercado local deberán ser de al menos un año.
En ambos casos, las tasas de interés deberán ajustarse a la realidad de cada mercado. Además, cada colocación requerirá la aprobación específica del Congreso, lo que mantiene un control político sobre el proceso.
El Gobierno justifica esta medida en la necesidad de asegurar liquidez para cumplir con los compromisos internos y externos, así como para sostener proyectos de inversión pública. Sin embargo, el aumento refuerza el debate sobre la sostenibilidad de la deuda, que ya representa más del 60 % del PIB, según cifras oficiales.
Gasto y reasignaciones
La propuesta también contempla un incremento de RD$69,740,209,013 en el gasto público, destinado a reforzar partidas presupuestarias ya aprobadas en diciembre de 2024. Estos recursos se distribuirán en áreas específicas, aunque Hacienda deberá detallar su ejecución en informes posteriores.
Junto a este aumento, Abinader solicitó autorización para realizar traspasos de RD$8,407,516,673 entre capítulos y fuentes de financiamiento, lo cual permitirá mayor flexibilidad para responder a urgencias presupuestarias sin necesidad de pasar por un nuevo proceso legislativo.
No ejecutados
Otro aspecto clave es la incorporación como ingresos extraordinarios de los fondos no ejecutados en presupuestos anteriores, específicamente entre 2020 y 2024. Estos saldos, actualmente en cuentas bancarias e inversiones de diferentes entidades estatales, serán transferidos a la Cuenta Única del Tesoro y usados para cubrir gastos del presente año.
La medida busca evitar que los recursos duerman en cuentas inactivas y, en cambio, se pongan al servicio de las necesidades fiscales inmediatas. No obstante, especialistas advierten que este mecanismo puede convertirse en una señal de debilidad de ingresos corrientes, al depender del arrastre de fondos de años anteriores.
El proyecto de modificación llega en un contexto en que la oposición y sectores empresariales han expresado preocupación por el ritmo de endeudamiento.
Para el Gobierno, en cambio, se trata de garantizar estabilidad y solvencia en medio de un año que arrastra presiones internacionales, como el alza en los costos financieros y la ralentización de algunas economías desarrolladas.
Los diputados aprobaron ayer de urgencia y en dos discusiones seguidas el proyecto que reformula el presupuesto nacional vigente, incluidas estas últimas propuestas presentadas por el Poder Ejecutivo.